viernes, 25 de marzo de 2011

Especial Zombie (3): Marvel Zombies

Cuando llegas a cierta edad y no te has convertido en un freaky que tiene como serie de cabecera a "The Big Bang Theory", es probable que hayas perdido la esperanza infantil de haber tenido una madre lo suficientemente casquivana como para que, producto de un affaire con un superhéroe, despertaras un día con los abdominales tallados en roca (tal como si te hubieras comprado uno de esos aparatos mágicos que se promocionan por televisión) y con capacidades de vuelo y superfuerza gracias a los genes del padre no reconocido. Entonces sabes que jamás treparás paredes con la facilidad de una mosca; ni correrás a una velocidad cercana a la de la luz, como Usain Bolt; ni respirarás bajo el agua con poderes telepáticos que te permitan controlar a los peces, como Michael Phelps. 

miércoles, 23 de marzo de 2011

El Club de la Pelea: No hay mejor manera de ver la vida que con el ojo morado

La primera regla del club de la pelea es no hablar del club de la pelea. Eso lo sabemos todos y por eso nos mantenemos en silencio, aguantando los rodillazos en los testículos que nos da la vida cada vez que puede. No pronunciamos ni una queja cuando el jefe nos humilla frente al grupo de colegas que, en conjunto, no suman la masa encefálica de un caracol de borgoña. Nos mantenemos impávidos ante la imagen de nuestra novia acostándose con el abuelo de nuestro mejor amigo. No hacemos más que mover los labios sutilmente para elaborar nuestra mejor sonrisa de medio lado cuando cerramos la puerta del automóvil con nuestros dedos en medio. Ya llegará el sábado y el animal amaestrado que se endeuda con tarjetas de crédito para comprarse amanerados mojitos y teléfonos celulares podrá salir del bolso rosado de Paris Hilton y reventarse a patadas con cualquier hijo de vecino que acaba de sacarse el traje de oficinista. Es que sólo con los dientes bien rotos podremos tolerar la llegada de cada lunes

miércoles, 16 de marzo de 2011

Especial Zombie (2): La Guerra Mundial Z

La guerra es parte esencial de la naturaleza humana. Aceptémoslo: Por mucho Gandhi y ONG en el mundo, seguiremos peleando entre nosotros, porque no existe otra raza lo suficientemente fuerte como para servir de catalizador para los apetitos asesinos de nuestra especie.

El objetivo de toda guerra, es -además del homicidio no penado y hasta aprobado- es minar la moral del enemigo, demostrarle que somos los más fuertes, los machos alfa y que deben someterse a nuestros designios.

Pero imaginen que, de pronto, la guerra se lleva a cabo contra un ejército que avanza como langostas, sin moral que minar, sin líderes que asesinar o comprar, sin esquemas tácticos que descubrir y contraatacar. Un ejército que avanza bajo la simple premisa de atacar día, tarde y noche. Un ejército donde no hay soldados que lo sean por un sueldo, por la esperanza de una visa y que no tenga siquiera un objetor de consciencia o un puñado de dubitativos románticos que crees que la barbarie no es correcta. Por si fuera poco, imaginen que éste ejército tiene una cantidad inagotable de reservistas dispuestos a entrar en acción y que esos soldados suplentes se encuentren entre tus propios compañeros. Imaginen que la única posibilidad de cese de hostilidades tenga que ver con la extinción de uno de los dos ejércitos.

lunes, 14 de marzo de 2011

Ricardo Noriega Salaverry: El Justiciero del Debate Presidencial

Jamás nos pasó por la mente hablar, en nuestra respetadísima sección política, de un candidato que, en las encuestas más halagüeñas, alcanza un infame 0,2 por ciento de preferencia electoral. Y, mucho menos, hacerlo cuando todavía no hemos tratado (y probablemente nunca lo hagamos) sobre la sensación de las redes sociales, candidato mayoritario de los jóvenes urbanos y primo de Jean Luc Godard, Pedro Pablo Kuczynski; o sobre el ex militar nacionalista fascistón y resentido homofóbico, reconvertido en centrista moderado, Ollanta Humala, quien, rosario en mano, intenta convertirse en buque insignia de la manipulación de las esperanzas de los sectores socio económicos D y  E de las zonas rurales de la sierra peruana y del conservadurismo católico más recalcitrante, a la vez.

Jamás pensamos, siquiera, mencionar a éste tataranieto del expresidente, revolucionario y poeta aficionado, Felipe Santiago Salaverry, pues la campaña ya  nos había regalado como candidato favorito al megalómano, extravagante, verborreico y, probablemente, esquizofrénico, don José Ñique de la Puente.

viernes, 11 de marzo de 2011

Terremoto en Japón: Por fin un desastre en 2011, para que los medios se regodeen con el rating

Probablemente una de las experiencias más aterradoras en la vida, sea vivir un terremoto de la magnitud del ocurrido hoy (11 de marzo) en Japón. La sensación de saber que la muerte te está sacudiendo como si tratara de despertarte de una pesadilla debe ser probablemente una sensación que no te vuelva a abandonar hasta tu último suspiro de consciencia. 

En Latinoamérica sufrimos movimientos telúricos con mucha frecuencia, los que suelen tener efectos más desastrosos que en países mucho mejor preparados para ello que los nuestros. Las cifras de menos de cien muertos, a pesar de la magnitud de 8,9 grados Richter, palidece ante cifras como las del terremoto de 1970 en Huaraz en la sierra central peruana, que cobró 75 000 víctimas (7,9 grados Richter), o el de Chillán en Chile (1930), con 30 000 muertos. Justamente este último país es el que ha tenido el terremoto de mayor intensidad registrado en la Historia, al sur del país, cerca a la ciudad de Valvidia (9,5 grados Richter), que ocasionó más de 6 000 muertes. El terrible terremoto en la ciudad de México ocasionó más de 10 000 víctimas, a pesar de haber tenido una magnitud de "apenas" 8,1 grados Richter. ¿Imaginan lo que podría suceder con uno que tuviera la fuerza del japonés, en esa misma ciudad, o en Santiago o Lima?

jueves, 10 de marzo de 2011

Especial Zombie (1): Es que son la muerrrrrrrrrte

Durante buena parte del siglo XX, el monstruo que reinaba en el panteón del terror, era -sin lugar a dudas- el vampiro; y, siendo más específicos, el conde Drácula, aunque el Universo vampírico no se limitara sólo a él. En aquellos tiempos floreció, en la cultura popular, una gran cantidad de historias, relatos, novelas, películas, que enriquecieron el mito y lo convirtieron en el personaje principal y recurrente de las pesadillas de los niños y en un engrosador de billeteras, nada desdeñable, para quienes lucraban con este ser de la noche (Desde los estudios hollywoodenses, hasta una ciudad completa como New Orleans y sus tours vampíricos, pasando por escritores como Anne Rice o Richard Matheson).

Pero el mundo sigue girando, las cosas cambian, y este nuevo siglo ha convertido al vampiro en un ultra humano poderoso de nobles sentimientos. Una especie de Súperman con colmillos, piel pálida y abdominales de acero. ¿Es que ahora los engendros del infierno se pasan media vida en el gimnasio? En la actualidad, los vampiros se encandilan a adolescentes y se han convertirdo en paradigmas físicos de la cultura light. ¡Ya no matan a nadie! ¡Ni siquiera existe la posibilidad de que un niño se asuste de ellos!

domingo, 6 de marzo de 2011

Pa, panamericano: La reencarnación del Asereje en pleno siglo XXI

Cada cierto tiempo, la humanidad, para dejar en claro su condición de especie imperfecta y autodestructiva, se dedica a realizar actos de crueldad extrema como guerras fraticidas, expoliación económica, campañas políticas y, sobre todo, composiciones musicales que suenan, incesantemente, en cuanto medio audio visual exista y se apoderan de plazas, calles, transporte público, restaurantes, tiendas, discotecas, bares, institutos, escuelas, oficinas públicas y cualquier otro lugar dónde los homínidos tengan autoridad poder o, simplemente, presencia.

Hay profecías muy antiguas, que predicen la llegada de la  madre de todos los superhits, que será un poco de, y a la vez superará, al reguetón, la cumbia, el vallenato, la bachata, la bailanta, la chicha, la música grupera, a RBD y al Waka waka. Será tan popular que  no quedará más que rendirse ante ella. Ese será el momento en que nuestra historia como seres humanos termine y empiece un nuevo capítulo, de una raza más evolucionada y perfecta, que trabajará y vivirá en la misma armonía que ya se visualiza hoy en las coreografías grupales que suelen repetirse en los advenimientos de cada Meneíto, Lambada, Aserejé, Gasolina o cualquier otra que vaya allanando el camino para aquella que por fin, freirá nuestros cerebros (que bien merecido lo tenemos).